CUENTA REGRESIVA

En los momentos felices queremos que se detenga el tiempo, pero en Navidad y Año Nuevo contamos cada segundo de esta cuenta regresiva para que se hagan las 12 lo más pronto posible. ¿Qué irónico, no?

Me encuentro un 31 de diciembre en una de las playas más turísticas y divinas de Brasil; donde festejar es su segundo nombre. Junto a mis 2 mejores amigas; que las pudiera considerar mis hermanas; cumpliendo con nuestra promesa de pasar cada 31 de este mes en un lugar distinto y nuevo, pero juntas.

Faltan 10 minutos para que se cumplan las 365 oportunidades que duraban 24 horas cada una para poder lograr metas y completar objetivos en las vidas de cada una. 9 minutos para que las fotos y videos se guarden; creando espacio para unas nuevas. 8 minutos para que las hallacas y los panes de jamón ya no estén en mesa. 7 minutos para recoger los decorados navideños que nos hace volvernos niños cada vez que le damos vida al hogar al decorar desde la puerta de entrada hasta los guantes de cocina. 6 minutos para que roguemos que los encuentros en la mesa con la familia sean más seguidos y especiales como en estas fechas; y que venga con mucha salud y paz.

5 minutos para que los momentos inolvidables con los amigos sean mejor y más unidos este nuevo año. 4 minutos, cada vez más cerca para que el amor visite mi puerta y que si no es externo, me es suficiente el propio, el de mis hermanas y mi familia. 3 minutos, las ansias de gritar son cada vez mayor. 2 minutos para que los niños y las personas que no tienen un techo, un plato en una mesa o una familia con quien pasar esta bienvenida, este año les aviva esas esperanzas dormidas y que sus metas se cumplan con mucho éxito; para que en los próximos 10 minutos de espera sean totalmente diferentes y mejor al de estos 10.

1 minuto para que mis sueños, objetivos, metas y propósitos en la vida se realicen con éxito y con el fin deseado; para que mis amistades sean cada vez más y enemigos cada vez menos; que mis esperanzas nunca decaigan; que este nuevo año que en cada pestañeo se encuentra más cerca, venga con mucha riqueza de amor y paz en el mundo; que nos aceptemos a cada uno a pesar de las diferencias; que triunfe la bondad y se deteriore el rencor.

Segundos contados, donde mis cuerdas vocales ya se encuentran preparadas desde hace 10 minutos para gritar dos palabras que decimos todos cada 8760 horas; donde nos abrazamos y nos decimos cosas bonitas como si al día siguientes no nos fuéramos a ver.

Tras una buena copa de champagne en cada mano, de la que nos gusta a mis hermanas y a mi; trajes de baño nuevos comprados horas antes y coronas de flores artesanales; se hacen las 12 p.m. Nuestras cuerdas vocales brotaron las dos palabras "Año Nuevo", que salieron de nuestra boca como sinfonía previamente ensayada y sincronizada; rodeándonos junto a los fuegos artificiales de todos los colores y gritos de la multitud, que era música para nuestros oídos; sin dejar a un lado los tragos a fondo dejando las copas cristalinas; sumergirnos en el mar como una agua bendita bautizándonos para este nuevo año. Tampoco puede faltar el abrazo que te deja sin aire pero que haces lo posible por seguir aguantando la respiración para que dure unos segundos más ese abrazo que tanta paz genera en cada uno.

Entre risas, gritos, llantos y más champagne servida no nos queda más decir que las 3 deseamos que este año venga con mucha paz en cada rincón del mundo; esperanzas eternas; sueños cumplidos; más estudios para aquellos que no pueden; menos violencia; menos abandonos y más familias unidas; más cordialidad y menos peleas; más amor propio; más vidas y menos muertes. Finalmente, brindamos por ustedes y por sus familias; que logren todo; no se rindan ante nada y no se quejen tanto de que este otro año no vino como esperaban. ¡Feliz Navidad y Año Nuevo!

- Bany.